Si pasas por Motril o incluso si disfrutas de un tiempo vacacional en este precioso pueblo de la Costa Tropical, no puedes dejar escapar la oportunidad de probar uno de sus dulces más señeros que lleva su nombre: la torta de Motril. De origen árabe, es una receta que ha ido pasando de generación en generación y cuya receta las familias de este pueblo han heredado con orgullo para preparar algunas de estas delicias culinarias que hacen la boca agua.
De hecho, la referencia que se tiene con más certeza de su procedencia la encontramos a mediados del siglo XIX; aunque sin duda por su composición y forma de preparación se intuye la herencia andalusí.
Ideal para tomar como postre, un manjar que para aquellos golosos reconocidos no les quedará otro remedio que caer en la tentación; sobre todo porque apreciarán esa mezcla y contraste entre el amargo de la almendra con el dulce azúcar.