Los apasionados y amantes de los buenos quesos saben que en Granada encuentran el perfecto manjar con el que sorprender a invitados y a comensales. Y es que hablar de los quesos del Poniente de Granada es sinónimo de una producción artesanal elaborada con una receta y método tradicional. Una forma de trabajo que se ha ido trasladando de generación en generación; el secreto mejor guardado y la clave del éxito.
Su base es su procedencia, de la cabra autóctona de la raza murciano-granadina, y que no se encuentra sometida a ningún tipo de tratamiento, lo que contribuye a que se mantengan unas calidades óptimas, sin conservantes ni colorantes. De esta forma se logran unos quesos de aromas y sabores intensos, producidos con leche cruda de género caprino recién ordeñado y coagulada con cuajo natural. Algunos de ellos son elaborados incluso con especias, como pimienta o romero.
En Montefrío o Alhama nos encontramos algunas de las queserías más punteras en Andalucía, todo un ejemplo de buen hacer en su elaboración.