Enclavada en las cordilleras Béticas se encuentra Sierra Nevada, un impresionante macizo montañoso, la estación de esquí más meridional de Europa que alberga las cumbres más altas de la Península Ibérica, Veleta (3.394m) y Mulhacén (3.478m), todo ello a tan sólo 100 Km. del mar Mediterráneo y la Costa Tropical. Sol y Nieve están asegurados en este emblemático paraíso medioambiental que fue declarado reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1986 y adquirió la condición de Parque Nacional en 1989 debido a su gran valor natural y paisajístico. Siemprevivas, dedaleras, tiraña, manzanilla de la sierra, violeta de Sierra Nevada, estrella de las nieves, amapolas de Sierra Nevada y acónitos, forman parte de las más de 2.000 especies vegetales, de gran vistosidad y colorido, que viven en el Parque. Anfibios, reptiles, mamíferos, aves y una rica entomofauna conforman la fauna de Sierra Nevada.

La cabra montés, habitual de las altas cumbres, es la especie más característica del parque. Si por algo es conocida Sierra Nevada es por ser un destino obligado para los amantes de los deportes de invierno, un lugar perfecto donde practicar o iniciarse en el esquí o para deslizarse a través de una tabla de snowboard por su nieve.

Y es que los aventureros disponen de una estación invernal de más de 110 kilómetros distribuidos en 131 recorridos para todos los niveles, siendo la de mayor desnivel esquiable de toda la península, con 1.200 metros.

También cuenta con una gran oferta de hoteles, hostales y apartamentos no solamente para los deportistas, sino también para aquellas familias que quieren disfrutar de la nieve o de aquellos que buscan pasar algún fin de semana de desconexión resguardados en estos alojamientos.