Durante los fríos inviernos que se viven en los pueblos de la Alpujarra, siempre apetece probar sus dulces más deliciosos, que nada más verlos nos entran por la vista y nos hacen la boca agua. Y qué mejor que degustarlos durante la hora de la merienda o simplemente para darse un pequeño capricho a lo largo del día.
Desde los higos secos, que se presentan en aceite de oliva, hasta los roscos de vino y anís, sin dejar de lado sus almendrados. No podemos dejar pasar la oportunidad de probar, si visitamos la comarca, sus soplillos, elaborados con harina, almendras, huevos, miel y aceite de oliva y que se siguen elaborando como a la antigua usanza. O sus susos, rellenos de crema y esponjosos, ideales para tomar con un café o los inconfundibles pestiños, famosos a nivel nacional pero que en Granada tienen un toque muy especial.
Y si sientes una gran pasión chocolatera, la Alpujarra Granadina también te ofrece una amplia variedad de productos que llevarte a casa entre los que es difícil elegir, como pueden ser las tabletas de chocolate elaboradas con leche y almendras, o las de castañas, así como los higos con almendra recubiertos de chocolate.