El esparrago triguero es la estrella de la vega del Poniente granadino, y más concretamente tiene su sello de identidad en el pequeño municipio de Huétor Tajar. En su origen, fue una especie silvestre que crecía en el entorno del río Genil, y que fueron recolectadas a principios del pasado siglo para cultivarlas en las tierras más fértiles. Actualmente es uno de sus principales motores económicos
Se diferencian con respecto a otros espárragos verdes que son mucho más delgados que otras variedades, de unos colores más oscuros y porque poseen un amargor intenso así como un potente aroma; lo que contrasta con su textura carnosa.
El espárrago de Huétor Tájar fue reconocido en el año 1.996, aprobándose el reglamento del Consejo Regulador y de la Denominación Específica, y en el 2.000 siendo reconocido como una Indicación Geográfica Protegida; formando parte de las 250 denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas que hay en toda España.