De la Alpujarra Granadina y de sus altas cumbres, el jamón, se puede decir que es su marca gastronómica, el producto por excelencia y el más laureado, del cual todos tenemos una grata referencia y del que sabemos apreciar tanto su textura como su sabor. Mayoritariamente suele proceder del denominado cerdo blanco, aunque también se pueden adquirir los ibéricos de pata negra.
De gran fama y reconocimiento es el jamón de Trevélez, que de hecho cuenta con su Indicación Geográfica Protegida, en un espacio situado a más de 1.200 metros de altitud y próximo a Sierra Nevada. Su calidad se fundamenta en los meses de curación, y sus variedades dependen del tiempo que empleen en este proceso, sin olvidarnos tampoco de las tareas de salación y lavado previas.
El jamón de la Alpujarra además se produce de forma natural, libre de conservantes y colorantes artificiales. A todo ello se suman las bajas temperaturas de la comarca, que hace que las carnes se curen de la forma más tradicional y natural.